La Unión Europea mira de reojo al fármaco ruso Sputnik V, que ha irrumpido en el debate sobre la escasez de vacunas en la UE con la llegada de 40.000 dosis a Hungría, al margen del esquema conjunto de compras de la Comisión Europea, y con la publicación de los datos de efectividad del 91,6 % en The Lancet.