Actualidad

Las UCI se preparan para actuar ante rebrotes o una segunda oleada

El protocolo aborda la gestión y organización necesarias para garantizar el trabajo en estas unidades.
Las UCI se preparan para actuar ante rebrotes o una segunda oleada
Las UCI se preparan para actuar ante rebrotes o una segunda oleada de COVID.
Las UCI se preparan para actuar ante rebrotes o una segunda oleada de COVID.
La Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc) ha elaborado un protocolo de actuación para optimizar el funcionamiento de las UCI ante la posibilidad de pequeños rebrotes o una posible segunda oleada de infecciones graves por COVID-19.

Se trata del 'Plan de Desescalada para los servicios de Medicina Intensiva tras la pandemia producida por la COVID-19', un documento elaborado en colaboración con la Sociedad Española de Enfermería Intensiva y Unidades Coronarias (SEEIUC) y la Federación Panamericana e Ibérica de Medicina Crítica y Terapia Intensiva (FEPIMCTI).

El protocolo aborda la gestión y organización necesarias para garantizar el trabajo de las UCI en la 'nueva normalidad' y anticipa los pasos a seguir ante un aumento de los contagios.

Algunas de las claves de este plan pasan por mantener los protocolos que ya se ha demostrado que mejoran la calidad asistencial, así como garantizar la detección precoz de coronavirus en las plantas de hospitalización.

En un comunicado, el presidente de la Semicyuc, Ricard Ferrer, explica que los intensivistas están trabajando ante la posibilidad de que se produzcan "rebrotes significativos de la neumonía Covid-19 en España después del verano, con un alcance que ahora es difícil de estimar".

"Estamos preparándonos para poder atender este potencial incremento de casos de pacientes críticos, de tal manera que se garantice que los enfermos que lo necesiten reciban toda nuestra atención especializada en las UCI", subraya.

Para ello, destaca la importancia de disponer de los espacios adecuados y el equipamiento necesario, así como que los intensivistas y el resto del personal sanitario estén adecuadamente entrenados y preparados.

El documento contempla cómo planificar las posibles UCI extrahospitalarias que se tengan que habilitar en caso de rebrote, la pertinencia de la detección precoz y la colaboración en el transporte de pacientes entre hospitales, entre otros temas.

El documento también especifica la cantidad de material y suministros farmacológicos que necesitarán las UCI para evitar alertas de desabastecimiento como las ocurridas durante la pandemia y aconseja que los hospitales cuenten con planes para obtener suministros adicionales en coordinación con otros centros, proveedores farmacéuticos y autoridades sanitarias.

Recomienda que todas las camas UCI cuenten con un equipo de ventilación mecánica invasiva y prever la saturación de estas unidades para pasar a otras áreas ya preparadas para su ampliación.

No se contempla la paralización de los servicios asistenciales no-covid, por lo que los intensivistas apuestan por crear un sistema de circuitos en las UCI que funcionen simultáneamente, distinguiendo los pacientes con diagnóstico positivo del resto.

El documento mantiene la necesidad de la ratio de un enfermero por cada dos pacientes críticos (en aquellos con más carga sería necesario una ratio 1:1), manteniendo el refuerzo por cada 4-6 camas con un enfermero experimentado.

En cuanto a los médicos, es necesario un intensivista por cada tres pacientes en turno ordinario, así como un mínimo de 2 intensivistas por cada 12 camas en turno de guardia.

Las UCI se preparan para actuar ante rebrotes o una segunda oleada