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La pobreza expone aún más al contagio de un virus que sí entiende de clases

La economía sumergida, entre otros factores, está provocando que parte de la población más vulnerable esté incumpliendo las cuarentenas y los aislamientos en la Región de Murcia.
La pobreza expone aún más al contagio de un virus que sí entiende de clases
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La pobreza expone aún más al contagio de un virus que sí entiende de clases. Archivo.
La consejería de Salud ha admitido este martes que la estructura socioeconómica de la Región de Murcia está haciendo "mucho daño" a las autoridades autonómicas para contener la expansión del coronavirus, que está creando una situación "angustiosa".

Fuentes de este departamento han reconocido que "pobreza y salud" están muy relacionadas y que la temporalidad, la precariedad y la economía sumergida están provocando que parte de la población con menos recursos y más vulnerable esté incumpliendo las cuarentenas y los aislamientos decretados porque necesitan "generar dinero para subsistir".

Los responsables de la consejería han remarcado que, desde hace ya varia semanas, el 50 por ciento de los positivos en coronavirus en la comunidad es de origen inmigrante, sobre todo sudamericano, cuyas condiciones socioeconómicas y habitacionales, con muchas personas de varias familias viviendo en la misma casa, están dificultando el control de los contagios.

Según las mismas fuentes, los rastreadores están detectando que una alta proporción de este sector de la población no está cumpliendo el aislamiento porque "recelan" de estas medidas debido a que puede generarles "estigma" y "consecuencias laborales" al tener contratos temporales o no estar contratados.

Para ello, han añadido, están intentando contactar con personas con alta influencia sobre ellos, como ya han hecho los imanes con la población musulmana, para que conozcan las ayudas que prestan los servicios sociales municipales y autonómicos y concienciarles sobre la importancia de cumplir las medidas.

En este contexto, las autoridades sanitarias han advertido de que en dos semanas puede haber una media semanal de 120 ingresos hospitalarios y 20 en la UCI, por lo que el gran objetivo que se marca es "contener la curva" mediante un rastreo efectivo y el cumplimiento de las cuarentenas y aislamientos que se decreten.

Otro de los focos de preocupación que han manifestado tener son las reuniones familiares y de ocio en ámbitos domésticos o en establecimientos hosteleros, por lo que han defendido las restricciones impuestas a este sector para evitar que el aumento de contagios fuera aún mayor.

Respecto a las residencias, con 88 casos positivos entre trabajadores (22) y residentes (66), la consejería de Salud también ha apuntado que es un asunto "muy delicado", ha achacado la reentrada del Covid-19 en estos centros a los empleados que han trabajado durante el verano y han anunciado "cribados específicos" cuando haya disponibilidad para hacer las pruebas.

En este sentido, los responsables de este departamento han indicado que el sector ha dado muestra de "debilidad" porque está basado en "macrorresidencias" para personas que están afrontando sus últimos años de vida con una alta dependencia y problemas de salud.

Finalmente, han revelado que, en caso de no cambiar la tendencia, decretarán para el municipio de Jumilla, con una incidencia acumulada de 460,9 casos por cada 100.000 habitantes, medidas restrictivas como las adoptadas previamente en Totana y Archivel (Caravaca de la Cruz), donde se regresó a la fase 1 flexibilizada de la desescalada.

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