Cultura y ocio

El drama que la pandemia causa en el microteatro: renovarse o morir

El mayor dilema y que pone en peligro el negocio tal y como actualmente funciona es la separación entre personas.
El drama que la pandemia causa en el microteatro: renovarse o morir
Paz Pedraza una de las fundadoras del espacio "la malhablada" de Salamanca donde se ofrecia antes de la pandemia microteatro, obras de 15 minutos para 15 espectadores en salas de 15 metros cuadrados, resultará inviable a corto y medio plazo despues del Covid-19.
Paz Pedraza una de las fundadoras del espacio "la malhablada" de Salamanca donde se ofrecia antes de la pandemia microteatro, obras de 15 minutos para 15 espectadores en salas de 15 metros cuadrados, resultará inviable a corto y medio plazo despues del Covid-19.
La máxima del microteatro, obras de 15 minutos para 15 espectadores en salas de 15 metros cuadrados, resultará inviable a corto y medio plazo con el obligado distanciamiento social causado por la pandemia de COVID-19. Esto, unido a las imprecisiones del proceso de desescalada en lo referente al sector, conduce a su propia reinvención para evitar la desaparición.

El primer problema con el que se encuentran promotores de microteatro es saber cuándo podrán retomar su actividad, ya que el proceso de desescalada fija en la fase 1 los actos y espectáculos culturales de menos de 30 personas en lugares cerrados con un tercio del aforo, pero no es hasta la fase 2 cuando se hace referencia directa al teatro, con butaca preasignada y la misma limitación de asistencia.

"No somos un establecimiento al uso en el sentido de ser un teatro o cine con butacas, y eso nos lleva a interpretar la normativa", ha detallado la socia fundadora de La Malhablada, Paz Pedraza, un espacio cultural ubicado en Salamanca que basa sus ingresos en su cafetería y las representaciones microteatrales.

El mayor dilema y que pone en peligro el negocio tal y como actualmente funciona es la separación entre personas, pues si ya de por sí son grupos reducidos y hay que disminuir el aforo, el distanciamiento físico de dos metros acabaría con el concepto actual de estas representaciones.

"El microteatro es un concepto de estar todos muy juntos, de romper la cuarta pared, estar en contacto con los actores", ha detallado Pedraza, por lo que ante las recomendaciones sanitarias sus gestoras abogan por "transformar" La Malhablada.

"Tal y como lo entendemos nosotras va a desaparecer, por lo menos ese formato que ahora es inviable", lo que conlleva modificarlo a grupos más reducidos, prolongar la duración, establecer reservas online para varias personas y garantizar que los diferentes grupos no se crucen dentro del establecimiento.

En este sentido, las semanas confinadas las han dedicado a repensar el negocio, como le ha ocurrido a otros promotores culturales y pequeños emprendedores por toda España. En su caso, ya trabajan en nuevas experiencias "más exclusivas" y completas para atraer grupos necesariamente más reducidos, y también preparan una especie de "merchandising" de diseño enfocado al arte y la cultura.

Sea de una manera o de otra, los negocios cuyo sustento principal es el microteatro tendrán que reinventarse, al menos mientras dure el distanciamiento físico, lo que conlleva aforos aún más limitados y, por tanto, precios más altos. "No sé si la gente va a pagar más porque el microteatro lo que pretende es hacer la cultura más accesible", duda la fundadora de La Malhablada.

Más allá del aspecto empresarial, el microteatro tendrá que cambiar su forma de ser. Acostumbrados a sesiones donde la cercanía del público es tan importante como el protagonista de la historia, el distanciamianto obligará a buscar otros mecanismos para llegar a los espectadores.

Lo explica a Efe un reconocido autor de estas obras, Jes Martin's, quien es partidario en sus sketchs de interactuar a menudo con el público, lo que lamenta que tendrá que dejar de hacer los próximos meses y optar por piezas más textuales.

"Hay que redirigir la escena hasta este camino del distanciamiento y cuando todo retome a su cauce volver a la dirección normal", ha explicado.

Jes Martin's reniega a abandonar su actitud positiva ante el futuro del sector, aunque sí advierte que en los primeros meses habrá que adaptarse a las medidas sanitarias: "La fórmula para que sea viable puede ser realizar más pases con menos público para al final llegar a la misma gente", ha propuesto.

Por el momento, el autor ha lanzado en redes sociales la serie "Historias Cotidianas" con gran aceptación de sus seguidores, aunque cuando todo vuelva a la normalidad confiesa que la temática de sus obras no estará relacionada con el confinamiento "porque lo que menos va a querer la gente es recordarlo".

Otro director, Roberto García Encinas, avisa del "punto complicado" en el que se encuentra este arte: "Siempre les digo a mis alumnos que en microteatro la importancia está en notar el olor, ver la gota de sudor del actor", ha detallado, lo que "necesariamente ahora tendrá que cambiar".

Por el momento no sabe cómo sustituir el "encanto" de las pequeñas salas, aunque sí reconoce haber encontrado un "aliado" en Internet a la hora de dar clases de teatro por videoconferencia. Está por ver si el microteatro renacerá gracias a los emprendedores que apuestan por él o se verá abocado a mostrarse únicamente en las redes sociales como en las últimas semanas. 

El drama que la pandemia causa en el microteatro: renovarse o morir