DIA INTERNACIONAL DEL JUEGO »

La extinción del 'un, dos, tres, palito inglés'

Un estudio revela que cada vez hay más niños que juegan solos y en casa.
La extinción del 'un, dos, tres, palito inglés'
Petra Mª Pérez Alonso-Geta, catedrática de Teoría de la Educación de la Universidad de Valencia. diarioSí.com

Este miércoles se celebra el Día Internacional del Juego. Si echamos la vista atrás todos recordamos con gran nostalgia aquellos juguetes o aquellos juegos que más nos gustaban y hay algo en lo que todos coincidiremos, con un amigo todo era más divertido.

Recientemente se han dado a conocer los resultados del estudio “Juego y Familia” de Petra Mª Pérez Alonso-Geta, catedrática de Teoría de la Educación de la Universidad de Valencia, de cuyas conclusiones se extrae una triste realidad cada vez más habitual en los hogares españoles, está aumentando el número de niños que juegan solos y en casa.

Este estudio se ha realizado mediante una encuesta a los padres, un grupo representativo de la sociedad española y sus datos son estadísticamente significativos. La principal conclusión que se desprende del mismo es que un 33,6 por ciento de los niños juegan solos y en casa.

Atrás quedan aquellos tiempos en los que las calles estaban llenas de niños correteando detrás de una pelota o jugando al “un, dos, tres, palito inglés”. De hecho, según palabras de esta experta en educación, han cambiado mucho los contextos donde los niños hoy se socializan y educan. “Antes jugaban en la calle porque no era peligrosa, se reunían y jugaban mucho con los vecinos y eso ahora ha desaparecido, sólo un 4 por ciento de los niños juega con los vecinos”.

El avance de la cultura urbana ha provocado que los niños no puedan jugar en la calle y con sus amigos cuando lo desean, lo que les lleva a reclamar a sus padres como jugadores, algo que antes no pasaba. Según las cifras, un 53,2 por ciento de los niños juegan con los padres y un 59,1 con la madre.

Así, el niño urbano tiene muy pocas posibilidades de juego con iguales, no conoce a los vecinos que tiene en la misma finca y por lo tanto no juega con ellos, además como tienen pocos hermanos y los compañeros de colegio o los primos viven lejos, existen muy pocas posibilidades de que este experimente el juego con iguales por lo que recurren a jugar con los padres. No obstante, estos no siempre están disponibles por lo que se ven obligados a jugar solos.

La importancia del juego con iguales

“En el juego con iguales los niños aprenden muchas competencias emocionales y sociales básicas. Por ejemplo, aprenden a superar la frustración, pues no siempre se juega a lo que tu quieres y tienes que adaptarte a cuando te toque jugar”, afirma Petra Mª Pérez. Según la experta, los niños deben aprender que no todo se consigue en el momento, “se aprende a dilatar la gratificación, tienen que aprender a superar la frustración, aprender a contar con el otro, a tener objetivos comunes”, comenta.

Hay una serie de competencias emocionales básicas que se aprenden de forma natural en el juego con iguales porque un niño siempre pone límite algo que, por el contrario con los padres no pasa. “Cuando un niño juega con los padres se juega hasta donde él quiere jugar, se juega a lo que ellos quieren  y dejan al niño ganar en algunas ocasiones y estos nos son los límites que luego se van a encontrar en la sociedad, pues en esta se van a encontrar con un grupo de personas que les va a poner límites y esto es algo que no están aprendiendo de forma natural”, afirma Petra Mª Pérez.

Según comenta esta catedrática de la Universidad de Valencia, “todo ha ido convergiendo hacia un estado de cosas que hace que este derecho al juego que tienen los niños en nuestras sociedades en muchas ocasiones no esté asegurado y esto es muy grave porque con los juegos aprenden las reglas básicas de convivencia”.

Analizando las conclusiones del citado estudio, se desprende que, a pesar de la realidad existente, los niños prefieren jugar con otros niños, concretamente un 78,7 por ciento lo prefiere en general. En relación a los más pequeños hasta un 83 por ciento y los más cercanos a los 14 años en más de un 60 por ciento.

“La calle ha expulsado a los niños con los peligros que les acechan, les gusta salir al aire libre pero ahora sólo pueden hacerlo al parque y en compañía de sus padres. También están los que juegan con las videoconsolas, concretamente un 47,9 por ciento de los niños en términos generales utilizan estas tecnologías como sustituto del juego socializado”, afirma la autora del citado estudio.

El juego y los juguetes idóneos

El juego que según esta experta sería el deseable para todo niño, es el juego con iguales, con niños de su misma edad o parecidas edades para que estén más o menos en las mismas etapas. Este juego tiene que ser libre para que ellos mismos puedan introducir normas. También es importante que dispongan de espacios donde llevarlo a cabo sin miedo a que nada se desordene y tener, por supuesto, tiempo de jugar  sin ningún tipo de interferencia tecnológica.

El juguete también es muy importante ya que es el instrumento que recrea el juego y en él que se plasma la creatividad del niño. Este tiene que estar adaptado a la capacidad del niño, adaptado a su momento evolutivo por lo que resulta imprescindible asesorarse acerca de los juegos y el juguete que le puedes proporcionar al niño.

La extinción del 'un, dos, tres, palito inglés'