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Marruecos asegura que la crisis con España no terminará hasta que aclare su posición sobre el Sáhara Occidental

Rabat no se da por satisfecha con la comparecencia de Gali en la Audiencia Nacional

Marruecos asegura que la crisis con España no terminará hasta que aclare su posición sobre el Sáhara Occidental
Foto de archivo de Brahim Gali, líder del Polisario
Foto de archivo de Brahim Gali, líder del Polisario
Marruecos asegura que su "grave crisis" con España, que provocó una avalancha de migrantes en Ceuta, no terminará con la comparecencia del líder saharaui Brahim Ghali en la Audiencia Nacional, sino cuando "España aclare sin ambigüedades sus elecciones, sus decisiones y sus posiciones" en relación al Sáhara Occidental. Así lo ha declarado el Ministerio de Exteriores marroquí en un comunicado.

La acogida al líder del Polisario "ha revelado la connivencia de nuestro vecino del norte con los adversarios del Reino para socavar la integridad territorial", continúa el comunicado. En consecuencia, se pregunta si "Marruecos puede volver a confiar en España".

Gali está llamado a declarar este martes en la Audiencia Nacional de los cargos de crímenes de lesa humanidad por supuestos asesinatos y torturas cometidos en los campos de refugiados saharauis. El líder del Polisario llegó a España a finales de abril proveniente de Argelia y fue ingresado en el hospital de Logroño aquejado de COVID-19. Marruecos ha protestado por la presencia de Gali en España mientras el gobierrno español asegura que lo acogió por motivos humanitarios. 

Rabat equipara al Polisario con el independentismo catalán

Marruecos equipara en su declaración el independentismo catalán con el derecho (reconocido por la ONU) de la excolonia española a elegir entre su unión con Marruecos o la independencia y alega que nunca ha instrumentalizado el separatismo en España en contra del gobierno español. 

"Durante la crisis catalana, Marruecos no optó por la neutralidad, sino que fue uno de los primeros en ponerse del lado de la integridad territorial y la unidad nacional de su vecino del norte", informa Efe. 

Pone como ejemplo que en 2012 una delegación económica catalana visitó Marruecos y el gobierno en Rabat modificó su programa, a petición del español, para que "no fuera recibido al más alto nivel", y que en 2017 "rechazó la petición de visita y reunión de un gran líder del separatismo catalán".

"¿Cuál habría sido la reacción de España si un representante del separatismo hubiera sido recibido en el Palacio Real marroquí? (...) ¿Si hubiera sido recibido pública y oficialmente por su aliado estratégico, su importante socio comercial y su vecino más cercano al sur?", se interroga el ministerio de Exteriores del reino alauí. 

El comunicado marroquí asegura que "la crisis no se limita a un hombre. No comienza con su llegada ni terminará con su partida. Se trata ante todo de una cuestión de confianza y de respeto mutuo rotos entre Marruecos y España". 

El comunicado concluye asegurando que "Marruecos ha demostrado siempre ser solidario con España" y que distingue entre "la amistad del pueblo español y el daño causado por ciertos círculos políticos", sin aclarar a qué círculos se refiere.

Marruecos asegura que la crisis con España no terminará hasta que aclare su posición sobre el Sáhara Occidental