El COVID-19 se ensaña con las residencias de ancianos, con centenares de muertos

Los datos recopilados de gobiernos autonómicos y de los propios centros muestran al menos 590 personas muertas en estos centros.
El COVID-19 se ensaña con las residencias de ancianos, con centenares de muertos
Coche fúnebre a las puertas de una residencia de mayores.
Coche fúnebre a las puertas de una residencia de mayores.
El número de fallecidos por coronavirus en centros de mayores no para de crecer y, a pesar de la ausencia de datos nacionales, varias comunidades arrojan indicadores alarmantes: al menos el 63 % de todas las muertes registradas en Aragón corresponden a residencias y en Castilla y León, el 40 %.

La ausencia de test y los fallos y retrasos en las notificaciones impiden ofrecer un balance global. Los datos recopilados de gobiernos autonómicos y de los propios centros muestran al menos 590 personas muertas por COVID-19 en residencias de ancianos, pero la cifra real es seguro sensiblemente mayor, porque no todos los balances están actualizados y falta información de comunidades clave, como Madrid.

Con 2.412 fallecimientos, esta región sigue liderando la trágica lista de la pandemia en España y ayer jueves indicó que desde principios de mes habían muerto 1.065 ancianos en residencias, aunque, precisaba el Gobierno madrileño, no todos esos fallecimientos pueden atribuirse al coronavirus debido a la falta de test para su detección.

Como único dato para una posible comparación, recordaban las fuentes que en marzo de 2019 se estima que fallecieron alrededor de 900 personas en esos centros.

En contacto con varias de las principales residencias afectadas en la Comunidad, Efe ha confirmado la muerte de al menos 99 ancianos y casos que dejan entrever el alcance de la crisis: 28 fallecidos en la residencia de la Santísima Virgen y San Celedonio, cerca del Santiago Bernabéu; 26 en cuatro centros del Grupo Orpea; o 17 en Monte Hermoso, también en la capital.

Por su parte, la Generalitat de Cataluña, la segunda comunidad con más muertes por coronavirus, confirmó ayer jueves el fallecimiento de 150 ancianos que vivían en centros residenciales.

Esta semana las residencias de Olesa de Montserrat y Capellades, ambas en Barcelona e investigadas por la Fiscalía, informaban de que habían registrado la muerte de doce y tres internos, respectivamente.

Por el momento no hay datos de muertes en residencias de mayores de Castilla-La Mancha, comunidad que suma ya en total 367 fallecimientos.

Castilla y León, con menos casos, ha informado este viernes de 130 fallecidos en sus centros residenciales: son el 40 % del total de las muertes registradas en la comunidad.

Aún es mayor la proporción en Aragón, cuyas autoridades informaron ayer jueves de 37 muertes en residencias (cifra no actualizada todavía) cuando en toda la comunidad, según la última información facilitada por el Ministerio de Sanidad, se han registrado 58 fallecimientos por coronavirus.

En Extremadura, de las 69 personas fallecidas por coronavirus, 27 eran residentes en geriátricos y centros de mayores, es decir, el 39 por ciento.

Mientras la Unidad Militar de Emergencias (UME) se afana en las tareas de desinfección de residencias en todo el país, gobiernos regionales como el cántabro han planteado que, en la medida de lo posible, los residentes asintomáticos vuelvan temporalmente con sus familias.

La respuesta está siendo prácticamente nula, según la Federación Empresarial de la Dependencia, que recuerda que las familias no dejaron a sus mayores ahí por capricho, sino por necesidad.

En la Comunidad Valenciana, mientras, se contabilizan ya 46 fallecidos por coronavirus en residencias de ancianos, 28 de ellos internos en un mismo centro ubicado en Alcoy (Alicante).

La consellería de Sanidad ha intervenido esa residencia y también un centro en Torrent.

En Andalucía, los últimos datos recabados por Efe de fuentes de la Junta indican que la pandemia se ha cobrado la vida de al menos 41 ancianos en residencias, lo que supone que más de uno de cada cuatro fallecidos en la comunidad por COVID-19 eran internos de estos centros.

En el País Vasco la epidemia comenzó en Álava y de esa provincia llegan todavía las peores cifras, con 23 ancianos muertos por coronavirus en residencias debido principalmente a un foco en un centro privado de Vitoria. Bizkaia no ha reportado oficialmente ningún fallecimiento y Gipuzkoa confirmó ayer la primera muerte en una residencia: una mujer de 91 años.

De las 55 muertes vinculadas al COVID-19 en La Rioja, doce fueron de personas que vivían en residencias y la Xunta de Galicia ha informado de que el balance de muertos en esos centros en su comunidad se eleva ya a nueve.

Mientras, en Navarra el Gobierno foral ha confirmado siete fallecimientos en centros de mayores de la comunidad y las autoridades de Murcia han informado de cinco muertos en residencias.

Las autoridades cántabras solamente indican 109 positivos en las 78 residencias que hay en la región, aunque fuentes de empresas que gestionan varios de estos centros han confirmado a Efe la muerte de dos personas; mientras que Canarias ha notificado esta mañana la primera muerte en una residencia.

El COVID-19 se ensaña con las residencias de ancianos, con centenares de muertos